El guardia civil que mató a un marroquí en la A-3 alega que "sufría delirios"

Elena Garcia Fermosel
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El único acusado en el juicio por el asesinato de un ciudadano marroquí en la A-3, el Guardia Civil destinado en Quintanar de la Orden insiste en su versión de los hechos. Asegura que sufría delirios, y que creyó que la persona a la que disparó era un peligroso yihadista. En la sala, le ha pedido perdón a la familia de la víctima.

No le hemos podido grabar en la segunda sesión del juicio, pero ha vuelto a comparecer trajeado. Ha intentado convencer al jurado de que sufría "delirios", fruto de la alerta antiterrorista y del consumo masivo de drogas.

Aunque ha tenido que reconocer que no se le ha diagnosticado ningún trastorno mental y que sólo consumió hachís, no cocaína ni heroína en las horas previas al suceso, un acto que la acusación particular atribuye a un ataque de ira.

Pero incluso ha negado algunas evidencias de aquel día, por ejemplo que echara a Younes, el vecino de Illescas asesinado, de la carretera. Dice que fue "un roce" y niega que disparara desde el interior de su vehículo, aunque una bala impactó en la guantera.

Eso sí ha pedido disculpas a la familia de la víctima por lo que ocurrió: dice estar dispuesto a pagar lo que tenga que pagar y que se cambiaría por Younes.

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