Checa se queda sin ovejas: el pueblo más ganadero de Guadalajara, sin explotaciones

Enrique Teruel, el último pastor de Checa (Guadalajara), se ha quedado sin sus ovejas. Este municipio del Alto Tajo llegó a tener hasta 40.000 cabezas de ovino y ahora, tras 50 años como pastor, Enrique se ha visto obligado a vender todo su ganado. 

Este ganadero ha vendido las 900 ovejas que tenía, cerrando así la última explotación ganadera del pueblo. “Para estar trabajando sin ganancia ninguna, lo mejor es quitarlas”, lamenta Enrique a CMM. 

Como prueba de la tradición que supone para el municipio guadalajareño, Checa alberga el Museo de Trashumancia de la provincia, ya que todas sus ganaderías se dedicaban a este tipo de pastoreo.

Un trabajo de 365 días

“Nací con esto metido en la sangre”, dice a CMM Enrique Teruel. Sus 900 ovejas abandonaron el pueblo en un camión de transporte. El ganadero reconoce que pensó que iba a emocionarse al ver como el camión se llevaba a sus ovejas. Aunque reconoce que las echa de menos, afirma que ahora "puedo irme donde quiera. Ahora voy a pasar más tiempo con mis hijos que casi no he podido estar con ellos con esta vida".

"Esto es trabajar los 365 días, algunas veces día y noche cuando te paren las ovejas", aún así “Nací con esto metido en la sangre”, reconoce. 

Las casi 900 ovejas que tenía se las ha vendido a una cooperativa que tiene 7.000 ovejas y se las han llevado al Valle de Alcudia (Ciudad Real), y luego las vuelven a traer en mayo, en primavera. 

"En mayo vendrán otra vez y me haré cargo de ellas, es lo que me gusta hacer”Enrique Teruel, pastor de Checa

Lejos quedan los tiempos en los que ovejas y vacas llenaban Checa, como recuerda Felix Espejo, veterinario y delegado de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG) en la comarca de Molina, quien ha dicho que cuando llegó hace 30 años "había más de 20.000 cabezas de ovino, además de vacuno, y prácticamente todas eran trashumantes a Ciudad Real, Jaén o Córdoba".

CMM/EFE