CAMPO
Castilla-La Mancha anuncia la flexibilización de las ayudas de la PAC por la sequía
Una flexibilización sin penalización económica y que beneficiará a agricultores y ganaderos de Albacete, La Manchuela conquense y el Campo de Montiel (Ciudad Real)
En vísperas del comienzo de la campaña de la Política Agraria Común 2024 (PAC) 2024, que arranca oficialmente este 1 de febrero, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha anunciado que en la región se van a flexibilizar estas ayudas sin penalizaciones económicas.
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, esta mañana en Albacete ha señalado que se van a adecuar las prácticas agrarias asociadas a los eco regímenes (pastoreo, rotación de cultivos, cubiertas vegetales y ayudas de apicultura de biodiversidad) a las condiciones de sequía extremas sufridas en algunas comarcas de la región.
Con esta decisión se beneficiaría de momento a un total de 245 municipios , según calcula el Ejecutivo castellanomanchego: la provincia de Albacete entera, La Manchuela conquense y el Campo de Montiel (Ciudad Real).
Se trataría de una flexibilización abierta, es decir, si persisten estas condiciones extremas, volverán a solicitar una ampliación para llegar a otras comarcas.
Castilla-La Mancha se convertiría así en la primera comunidad en conseguir esta flexibilización de ayudas de la PAC a consecuencia de la sequía.
Decisión, que incluye a agricultura, ganadería y apicultura, se apoya en los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que advierten de una pluviometría inferior al 0,84 en el sureste de Castilla-La Mancha.
Martínez Lizán ha explicado que las medidas incluyen llegar hasta el 40 % del barbecho en cereales o reducir de 120 a 90 los días de pastoreo.
También en rotación de cultivos y siembra directa en tierras en las que se aumentan los barbechos y se reducen las rotaciones y se permiten labores verticales en el caso de siempre directa; o el tratamiento en cubiertas vegetales y cubiertas inertes en cultivos leñosos que opten a esta medida. Las medidas también llegarán a la apicultura, estableciendo un mecanismo de disminución en el período de retención que tienen que establecer las explotaciones apícolas.
Preocupado por una sequía que amenaza incluso a los leñosos, Martínez Lizán ha reconocido que “si no hay agua y humedad en secano, no queda más que esperar”.