Se endurecen las penas para el matrimonio de Almansa (Albacete), acusado de maltratar y herir gravemente a su hijo
La Audiencia Provincial de Albacete ha condenado a 17 años y 10 meses de cárcel al matrimonio de Almansa de nacionalidad china acusado de maltratar durante meses y agredir gravemente a su hijo de cinco años en el domicilio familiar en la localidad albaceteña, al que llevaron a las Urgencias del centro hospitalario almanseño tras ser víctima de una "brutal agresión" el 13 de abril de 2017.
La sentencia, que admite recurso, es la que resulta del juicio celebrado en Albacete a finales de enero y principios de febrero, y que se hizo por segunda vez al haber sido anulada la primera sentencia contra el matrimonio.
Los acusados, J.J., madre adoptiva del menor, y L.D., padre adoptivo, han sido condenados por un delito de maltrato habitual, un delito de maltrato y tres delitos de lesiones que suman los 17 años y 10 meses de prisión.
También se les condena a indemnizar al menor con 119.390 euros y con 37.094 euros al Sescam, al tiempo que se han impuesto medidas de alejamiento hacia la víctima y se les retira la patria potestad del niño, nacido en 2012.
La sentencia recoge que el menor fue adoptado por el matrimonio de Almansa en 2015 en China y vino a residir a España, al domicilio de los acusados en Almansa, en 2016.
Desde octubre de ese año hasta abril de 2017, cuando ocurrió la brutal paliza y los padres fueron detenidos, el menor fue sometido a "castigos de todo tipo" por parte del matrimonio, según el fallo judicial.
El menor, que no estaba escolarizado, sufrió "maltrato físico y vejaciones de manera continuada" y tenía "múltiples hematomas en diferentes partes del cuerpo, lesiones cutáneas costrosas en las manos, en el cuero cabelludo, y otras de carácter lineal que han dejado cicatrices en la zona abdominal, tórax, región cervical bilateral, facial del menor causadas por el uso de objetos con filo".
La sentencia relata en detalle episodios de lesiones, incluso cómo los procesados quemaron al niño con la rejilla de una estufa, hasta el episodio más grave del 13 de abril de 2017, cuando tras una discusión entre los progenitores, éstos golpearon al menor, "asumiendo" que ponían en riesgo la vida del niño.
Tras esta agresión, el menor estuvo horas sin asistencia sanitaria hasta que los padres lo llevaron a las Urgencias del Hospital de Almansa "en una situación de gravedad extrema, consistente en parada cardiorrespiratoria".