Diccionario de la pandemia: brote, confinamiento perimetral o dominciliario, oleada…

Muchas de las palabras que usamos durante esta pandemia de coronavirus SARS-COV-2 son nuevas, o adoptan un significado particular. Otras se han usado toda la vida en epidemiología. Por ejemplo, para enfermedades consideradas desaparecidas, como la poliomielitis, un solo caso era considerado un brote, explica a CMM Digital Antonio Mateos, exjefe del servicio de epidemiología del Hospital Universitario de Albacete. Ahora, sin embargo, con el coronavirus un brote se define como al menos tres casos.

Es parte de la terminología cambiante de la vigilancia epidemiológica, que abarca muchas cosas: “una red nacional y regional, un sistema de registro, un sistema para monitorizar la aparición de determinados casos, la contabilización y la adopción de medidas para una determinada enfermedad”, explica el médico, que añade que existe también “una lista de enfermedades de declaración obligatoria, EDO, que cualquier médico tiene que notificar la aparición de un solo caso: Unas son urgentes, como la meningitis…”.

Con estos mimbres, estas son algunas de las palabras más usadas estos días para hablar de la pandemia de coronavirus:

Brote

Un brote de coronavirus es “cualquier agrupación de tres o más casos confirmados o probables con infección activa en los que se ha establecido un vínculo epidemiológico”, según la última definición del Ministerio de Sanidad define en su Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de Covid-19” de mediados de junio.

Transmisión comunitaria

“Significa que las personas han sido infectadas por el virus en un área, incluidas algunas personas que no saben con certeza cómo ni dónde se infectaron", según el Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. Transmisión comunitaria es cuando no hay un origen claro de la fuente de contagio dentro de la comunidad. Al principio de la pandemia, por ejemplo, esto suponía que había contagiados que no hubieran estado en ninguna de las zonas calientes: primero Wuhan, luego Italia, etc.

Ola epidemiológica

No hay una definición exacta de qué define una ola. De hecho, sólo se puede saber a posteriori si se está en medio de una. “Una ola epidemiológica implica una elevación del número de individuos, un pico definido y un descenso”, explica el epidemiólogo Abram L. Wagner en The Conversation. “La palabara ola implica un patrón natural de picos y valles, e indica que, incluso durante un receso, habrá posibles rebrotes de la enfermedad”. La pandemia de la mal llamada “gripe española” de principios de siglo, por ejemplo, tuvo tres oleadas.

Confinamiento domiciliario

Es cuando se impide salir a los habitantes de una vivienda, de una residencia o de un edificio tras detectarse un positivo. Es lo que ocurrió en Albacete, por ejemplo, cuando el gobierno de la Junta decidió confinar a un edificio concreto por un brote familiar que afectaba a 5 personas.

Confinamiento perimetral

Es cuando se impide salir o entrar de una zona geográfica concreta. Es lo que pasó en Segriá (Lleida) por los brotes de este mes de julio o, al inicio de la pandemia, con la localidad de Codogno en Italia.

Contacto estrecho

A los que hay que realizar pruebas y seguimiento. Es cualquier persona que, según el ministerio de Sanidad:

Fase de contención

Es aquella en la que no se contempla la transmisión comunitaria descontrolada del virus, ni la entrada masiva de casos importados que aconsejen tomar medidas añadidas, según Fernando Simón, director desde 2012 del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad. Es en la que estuvo España en febrero y principios de marzo.

Fase de contención reforzada

Es la que se decretó tras la subida de casos el 9 de marzo en España, y que supuso obligaciones específicas para las zonas de alto riesgo, como el cierre de colegios (entonces Madrid, Vitoria y Labastida), y recomendaciones para el resto, como evitar viajes innecesarios, no salir de casa a los que presenten síntomas o sean grupos de riesgo, o limitar los eventos masivos como partidos de fútbol y fomentar el teletrabajo y la flexibilidad horaria y los turnos escalonados para evitar la concentración de trabajadores.

Fase de mitigación

Cuando la transmisión ya está descontrolada. “En este caso concreto, para pasar a la fase de mitigación se valora la pérdida de la trazabilidad de los casos de Covid-19: ya no es posible identificar el origen de algunos de los contactos, dado que existe transmisión local sostenida y en aumento”, explica el epidemiólogo Antoni Trilla en La Vanguardia. “Se valora también el impacto de algunos brotes en la estructura sanitaria (el caso de Igualada) y la epidemiología de la enfermedad en territorios cercanos (por ejemplo, Madrid). También se evalúa la situación del sistema sanitario: capacidad de realizar pruebas diagnósticas, disponibilidad y ocupación de camas para enfermos críticos y disponibilidad de personal sanitario y equipos y material de protección individual para dicho personal”.

Fase de transmisión generalizada

O fase “de perdidos al río”, como la definió Fernando Simón cuando la consideraba una fase muy hipotética a principios de marzo. “Si esas entradas (de positivos) masivas, pero identificadas, y esas transmisiones a grupos concretos y controlables supera esa capacidad de control, empezando a afectar a la población, teniendo cadenas claras de transmisión sin identificar, generando múltiples casos en la población, tendríamos que activar el escenario tres (el de contención reforzada no constaba entonces en el plan de fases): el de transmisión generalizada”.