Cuatro detenidos de Castilla-La Mancha por robar a otros hombres con los que quedaban en Madrid a través de una app de citas

La Policía Nacional ha detenido a cuatro hombres, uno de ellos menor de edad, residentes en Castilla-La Mancha, por robar con violencia al menos a otros siete con los que quedaban a través de aplicaciones de citas en el domicilio de las víctimas o en zonas poco transitadas de Madrid.

Al encontrarse con sus víctimas, las golpeaban y amenazaban con armas de fuego y blancas (llegaron a apuñalar a una) hasta obligarlas a desbloquear sus dispositivos móviles y acceder a sus cuentas bancarias, de las que enviaban el dinero a las suyas propias.

La investigación de la bautizada como operación Adonis, llevada a cabo por el Grupo XIII de la Brigada de Policía Judicial, especializada en atracos, se inició a finales de agosto, ha informado este viernes la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Se citaban de madrugada en las casas de las víctimas

Los agentes detectaron varias denuncias que relataban hechos similares sucedidos en diferentes localidades de la Comunidad de Madrid. La primera de todas fue en junio y, tras unas semanas, volvieron a tener noticia de este tipo de hecho delictivo en agosto.

Siempre contactaban con sus víctimas a través de aplicaciones de citas o plataformas de contactos habitualmente empleadas por personas homosexuales, por lo que sospecharon que podría tratarse de los mismos autores.

Según ha explicado a los periodistas una de las investigadoras del Grupo XIII, los perfiles que empleaban no tenían fotos y utilizaban el nombre genérico que les facilitaba la aplicación, "Disponible".

Una vez lograban establecer contacto con algún usuario sí enviaban fotografías, aunque efímeras -se borraban tras su visualización-, de uno de los integrantes de la banda, el que consideraban más atractivo.

Normalmente concertaban las citas de madrugada y en los domicilios de las potenciales víctimas o en sitios con poca afluencia de gente para evitar que pudieran pedir ayuda.

Hasta allí se desplazaban varios miembros de la banda y amenazaban a las víctimas con armas blancas o con un arma de fuego, que no ha sido localizada y que no descartan que fuera simulada.

Luego las golpeaban -y en ocasiones amordazaban- hasta conseguir que desbloquearan sus móviles y accedieran a sus cuentas bancarias, desde donde realizaban transferencias y envíos a las suyas propias. Todo ello acompañado de insultos referentes a su condición sexual.

Las víctimas, todos hombres de entre 22 y 50 años, han sufrido secuelas físicas y psicológicas

En los casos en los que quedaban en una vivienda, registraban la misma para sustraer objetos de valor como ordenadores, joyas y dinero en efectivo. Los investigadores calculan que en los siete atracos obtuvieron cerca de 7.000 euros.

Además del robo de su dinero y pertenencias, las víctimas, todos hombres de entre 22 y 50 años, han sufrido secuelas físicas y psicológicas, ha explicado la investigadora.

Entre ellos se encuentran un joven estudiante extranjero que se encontraba en Madrid con una beca Erasmus y que decidió regresar a su país; uno que recibió una puñalada; otro al que le rompieron la nariz y un último al que forzaron a punta de pistola y navaja a adquirir unas cervezas para los atracadores en una gasolinera.

Los agentes no descartan que pudiera haber más víctimas que, por diferentes motivos, no hayan interpuesto aún una denuncia, por lo que las pesquisas continúan abiertas.

Los detenidos, de entre 17 y 41 años, tenían antecedentes y eran conocidos en su lugar de residencia, una localidad de Castilla-La Mancha

El lunes, después de tres semanas de seguimientos y vigilancias, detuvieron a los cuatro sospechosos, a quienes se les imputan siete delitos de robos con violencia e intimidación y otros de lesiones, pertenencia a organización criminal y de odio.

Tres de ellos fueron localizados mientras esperaban a una nueva víctima -así lo manifestaron a los agentes- en un parque del distrito madrileño de Villa de Vallecas. El cuarto fue arrestado en su domicilio.

Todos ellos, de entre 17 y 41 años, eran conocidos en su lugar de residencia, una localidad de Castilla-La Mancha, y tenían varios antecedentes por delitos contra el patrimonio.

La autoridad judicial decretó el ingreso en prisión de los tres integrantes de la banda que son mayores de edad, mientras la Fiscalía de Menores ordenó régimen cerrado en un centro de menores para el más joven. 

EFE