El Corpus de Camuñas: una fiesta "única", en imágenes
Fotografías cedidas por el Centro de Interpretación de Pecados y Danzas en Camuñas (Toledo)
El Corpus de Camuñas es color, tradición y sobre todo, baile con unos atuendos que consiguen hipnotizar a los espectadores de esta fiesta que tiene como protagonistas a los Pecados y Danzantes, con coreografías centenarias.
Al más estilo Palomo Spain, nuestro diseñador ciudadrealeño más universal, en un primer vistazo lo primero que llama la atención del Corpus de Camuñas es su vistosidad.
El Corpus de Camuñas representa la lucha del Bien y el Mal, Danzantes y Pecados. En primer término, la Madama, primordial entre los Danzantes, alegres, con panderetas y vestidos de blanco.
Esa combinación de chaquetas oscuras, arropadas por esas "toquillas", la falda voluminosa y con vuelo y las caretas rojas y narigudas o cornudas, con una especie de capa o velo. Más allá de ese primer vistazo, lo que hace única esta fiesta es la originalidad de sus danzas.
Bailes que algunos antropólogos sitúan antes de la festividad. Danzas que en el siglo XVI la Iglesia incorporó a la procesión.
Esta fiesta se considera un Auto Sacramental mímico.
Un Corpus único
"Puede haberlos más solemnes, más ricos, con más engalanamientos... pero no hay otro Corpus que tenga la originalidad de actuar delante del Santísimo Sacramento unas danzas con máscaras y muy anteriores a la celebración. Esa originalidad que tiene este Corpus le hace único", asegura Gabriel Romero, presidente de la Asociación Cultural de Pecados y Danzantes de Camuñas.
En cuanto al porqué de estas danzas o cuándo se realizaban "es todo un misterio. La deducción de que son anteriores al Corpus es porque para una devoción al Santísimo no se creó. Que se bailara en fiestas, en la primavera, para agradecer la cosecha, es algo que no tengo constancia", asegura Romero.
"Como tantas otras cosas, la Iglesia adaptó estas danzas y las incorporó a la procesión".
De lo profano a lo solemne
Otra de las peculiaridades es la supervivencia de la fiesta porque "estas danzas han prevalecido. En el siglo XVI o anteriores había danzas en el Corpus en muchos otros sitios.
Pone como ejemplo, el Corpus de Toledo. "La tarasca es una reminiscencia de cómo eran los desfiles procesionales del Corpus que era una procesión muy alegre, con mucho jolgorio y participación de gremios. Luego, en el siglo XVII ese tipo de procesiones las prohibieron y toda esa parafernalia se quitó. Y quedó una procesión más solemne".
Durante la misa, los Pecados se quedan fuera de la Iglesia. En la procesión, disparan fuego de pólvora y estallan en alaridos.
Sin embargo, como el de Camuñas quedaron pocos. Romero recuerda unas danzas de Valverde de los Arroyos, en Guadalajara, donde se celebra la Octava del Corpus, que tiene lugar el domingo.
El Corpus siempre en jueves
Otra de las peculiaridades este Corpus es que siempre se ha celebrado el jueves.
"En Camuñas por un privilegio que le dio el cardenal Marcelo González, esta fiesta se siguió celebrando en jueves aun cuando en otros muchos lugares se pasó al domingo".
La misma música, coreografía y vestimenta
Como testigo de la antigüedad de esta fiesta existe un documento del 1620 donde un padre le lega a su hijo prendas de la danza: una garvineta, una valona o serenero... "piezas que se utilizan ahora y se las llama igual. Tenemos constancia de este documento de principios del XVII con lo que deducimos que en el siglo XVI estas prendas ya se utilizaban: la vestimenta se ha mantenido igual".
El Corpus de Camuñas se ha mantenido conforme se conoce con la misma música, coreografía o vestimenta original .
De hecho, pertenecer a los Pecados o Danzantes (ambos protagonista de esta fiesta) se mantiene por herencia familiar salvo excepciones.
La Fiesta del Corpus comienza la víspera, el miércoles por la tarde y termina el domingo, con la denomina Octava.
Relevo generacional
Ni la pandemia ni el éxodo rural han dejado sin participantes esta fiesta de los Pecados y Danzantes. El relevo generacional está, de momento, garantizado. De hecho, "no participan todos los que quisieran. Existe lista de espera porque no puede haber más de 70 participantes (unos 30 ó 35 de cada grupo) porque la procesión se eternizaría".
Los Pecados, con pantalones cortos, varas y caretas con cuernos, representan los pecados y defectos del hombre.
Algunos veteranos como Gabriel han tenido que dejar los bailes para hacer otras tareas y dejar sitio a las nuevas generaciones, que quién sabe si podrán ver cómo sus danzas consiguen ser declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Este año, entre los visitantes de esta fiesta habrá una delegación de la Fiesta de Diablos y Danzantes de Venezuela.
Juntos quieren sumar fuerzas para lograr este reconocimiento.
Fiesta eminentemente masculina
Logren o no culminar este largo periplo hacia la UNESCO, queda por mencionar otro asunto, no menos llamativo, y es la participación de las mujeres en la fiesta. Dentro del séquito de hombres que participan como Pecados o Danzantes, lo cierto es que el papel de las mujeres se ha relegado a la elaboración del vestuario y engalanamiento de la procesión.
Esta fiesta además de estar declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional es Bien de Interés Cultural Inmaterial.
"No descubrimos nada si decimos que hasta prácticamente el siglo XIX la mujer no tenía acceso a estas hermandades y mucho menos a la actuación pública. De hecho, los personajes de la Madama o la Pecadilla, con connotación femenina, están interpretados por hombres", asegura Romero.
"¿Por qué no lo hacen mujeres? En el pueblo no hay de momento una petición o movimiento a querer participar. Asumen la fiesta tal y como es. ¿Hasta cuándo? No se sabe pero por ahora, no hay esa demanda".
En la procesión participan hombres de todas las edades, desde que hacen la comunión.
Hasta entonces, las caretas maléficas, las sonoras varas y escopetas, y esa lucha del Bien y del Mal será interpretada tal y como se ha hecho en estos más de seis siglos de historia.