El Consejo de Estudiantes reclama "becas para vivir y no para sobrevivir"

Hoy 14 de Julio se celebraba después de dos años una convocatoria del Consejo de Estudiantes  Universitarios del Estado (CEUNE), a la que han asistido representantes de los estudiantes y de las universidades públicas españolas (CREUP). El fin principal era poner sobre la mesa todos los problemas que acarrean a los estudiantes y becarios universitarios. A pesar de que el ministro de Educación, Iñigo Méndez de Vigo, es el único que tiene potestad para convocar éste órgano, no ha asistido alegando que debía de ir al Consejo de Ministros de cada viernes. Un desplante del ministro, visto como una falta de respeto a los estudiantes de toda España, en un momento en el que, según CREUP "la situación que vive la comunidad universitaria es catastrófica".

Nuevo desplante de @IMendezdeVigo no asistiendo al CEUNE a escuchar la opinión de los y las estudiantes universitarios#NadieSinBeca pic.twitter.com/cmWhdbYZpF

El Consejo de Estudiantes de las universidades públicas españolas (CREUP) denuncia, entre otras cosas, que las becas han caído un 20% entre los años 2013 y 201. También reclaman más inversión y alegan que nuestro país invierte un 0,13 del PIB en becas. Motivos que según el Consejo han llevado a más de 100.000 alumnos a ser expulsados de la universidad por motivos económicos.

Lidia Erustes tiene 22 años y acaba de finalizar sus estudios de Periodismo. Ha encontrado la posibilidad de realizar su beca en una empresa cercana a su localidad. Ha tenido más suerte que otros compañeros porque como asegura "no todo el mundo puede permitirse estudiar, y si tienen la suerte de poder hacerlo, las condiciones a las que se enfrentan los estudiantes son demasiado caras para terminar una carrera" afirma. "No solo es pagar la matrícula cada año, sino el dinero que hay que gastar por cualquier cosa".

Aunque muchas comunidades autónomas han bajado los precios en los últimos años, los estudiantes defienden una educación libre de tasas, como ocurre ya en otros países. El camino para estudiantes como Lidia no ha sido fácil, "estamos llegando a una situación en la que estudia quién puede". Su experiencia le lleva a pensar que "ir a la universidad se está convirtiendo en algo exclusivo para unos pocos, para los de clase alta" .

A esto se suma, según denuncian algunos estudiantes, las malas prácticas de algunas empresas que se convierten en ocasiones en situaciones de abuso para quiénes desean realizar sus prácticas. Las "preciadas" prácticas se consiguen a través de una plataforma creada por las universidades. A ella solo se accede si has superado la mitad de los créditos o si has finalizado el tercer curso. Los alumnos solicitan un puesto en el listado de empresas que lo demandan y son éstas las que deciden.

En el mejor de los casos, algunas becas incluyen ayudas para viajes o comida. Lidia, que ya ha vivido la experiencia de ser becaria cree que "algunas empresas se aprovechan para tener un trabajador más que haga el trabajo que otros no quieren o no pueden hacer" . Pero, según los convenios entre empresas y universidades, los estudiantes deben estar tutelados por un profesor y por un profesional de la empresa.