Comerciantes de damasquino y espadas de Toledo: "somos un patrimonio de la ciudad" y "nos han dejado colgados"

Juliñan Simón, gerente de Artesanía Simóndamasquino

Susana Palomo Gómez
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Sobrevivieron a la primera ola del coronavirus con las prestaciones al cese de actividad. Pero en esta segunda, sin ayudas directas, los que viven del damasquino, las espadas y otros artículos que durante siglos han llevado el nombre de Toledo por todo el mundo creen podrían desaparecer.

El damasquino de Toledo, "un patrimonio que hay que defender"

Desde hace semanas, la caja en Artesanía Simón, en el casco histórico de Toledo, está a cero. Ha facturado en lo que llevamos de año una tercer parte de lo que vendió el año pasado en dos meses y medio. Cuando alguien entra en la tienda, a Julián Simón, gerente e hijo del fundador, se le ilumina la mirada. Ha sido falsa alarma: los que entramos somos el equipo de CMM Digital. Hemos ido a la zona antigua de Toledo para conocer cómo les ha afectado a los artesanos la ausencia de turistas por la pandemia de Covid-19. Ellos viven del turismo, pero no son considerados como tal a la hora de recibir ayudas.

Imagen del fundador de Artesanía Simón, tienda de damasquinado toledano con más de medio siglo de historia

"Somos un patrimonio de la propia ciudad. Será a mano, máquina o imitación, pero si se muere el damasquino de Toledo, se pierde este patrimonio cultural que hay que defenderlo",  advierte Julián Simón, todo un experto en damasquinado de Toledo.

En sus escaparates hay piezas únicas, personalizadas, laboriosas, con horas e incluso meses de trabajo. Lo que vende Julián en sus expositores es damasquino, especialmente, pero también espadas toledanas, joyas que son apreciadas, en la mayoría de los casos, por clientes internacionales que saben valorar su artesanía.

Comerciantes con dependencia absoluta del turismo

Su caso es atípico, porque pese a la pandemia, ha seguido vendiendo, incluso durante el estado de alarma, a clientes nacionales e internacionales. Es el fruto del trabajo de 57 años, los que lleva la tienda que fundó su padre con mucho esfuerzo. El negocio sigue a flote porque Julián sigue empeñado en mantener viva esta tradición y gracias a esos miles de clientes que lo conocen y recurren a él para hacer encargos exclusivos.

Pero con la situación internacional de la pandemia y con las restricciones de movimiento, los ingresos son cada vez más limitados y el colchón, que obtuvo con un préstamo ICO, se va agotando. Le queda un 20% de lo que pidió, el máximo posible. Se le va en los gastos que tiene de damasquinadores, proveedores, vendedores y alquiler del local. "Los gastos siguen ahí, pero las ayudas pasan de largo porque son para hoteles y agencias de viajes", afirma.

"Nos han dejado colgados. A los políticos se les ha olvidado este tipo de tiendas que tienen una dependencia total del turista", lamenta Julián. "La situación es trágica", dice, y cree que "la mejor ayuda es no tener que pagar esos gastos". Aun así ha preferido recuperar a su única vendedora, que llevaba siete meses en ERTE porque "todos necesitamos apoyo".

150 tiendas del casco, en peligro

Comparativa de la calle Comercio donde se concentran gran cantidad de tiendas de souvenirs, hace un año (a la izda.) y este mes de noviembre (a la derecha).

Este negocio y los otros que han llenado de vida y color el casco histórico de Toledo o han cerrado del todo o han reducido sus días y horas de apertura. El gerente de Artesanía Simón asume que "si por salud no hay que moverse y hay que cerrar, se cierra, pero que no tengamos que pagar", dice en relación a los gastos fijos como los de Seguridad Social. Y recuerda: "Esto no es una droguería, ningún toledano sale de casa y dice: voy a comprar damasquino".

Un problema que comparten 150 tiendas de artesanía toledana cuyo cierre perimetral de Castilla-La Mancha consideran que "ha sido la puntilla". Los clientes son un 60% internacionales, asegura el presidente de la asociación de estos comerciantes de Toledo, Pedro Espinosa, que apunta a que el resto nacional les permitiría al menos cubrir gastos: "Estamos con la soga al cuello" , dice. "Abrimos un 10% a diario y nuestros clientes son visitantes de la ciudad y no los tenemos". Por ello, piden a las autoridades, entre ellas al director general de Turismo, que les tengan en cuenta: "Vivimos exclusivamente del turismo" subraya Espinosa.

"Si cierra la tienda, detrás vamos los fabricantes"

Pieza damasquinada durante el estado de alarma, en agradecimiento a los que estuvieron al servicio de la ciudadanía en la pandemia

Los pocos comercios de artesanía de Toledo que se mantienen han aprovechado, pese a las dificultades económicas y de distribución de material, para llenar los escaparates y los almacenes de piezas nuevas. Algunos incluso han comenzado la venta online, pero son conscientes de que su producto, como cualquier joya, para salir a este mercado necesita detrás una marca, un sello de calidad y este sector, en ese sentido, lleva años sin conseguir esa unidad.

Espada de Antonio Arellano, uno de los maestros espaderos de Toledo

Bajo el sello "hecho en Toledo" hay cinco espaderos. José Ramón Moreno González, presidente de la asociación de Toledo, cree que "de aquí a unos años, aparte de la pandemia, seremos una leyenda; la forja toledana, trabajar el acero, montar, damasquinar y grabar las espadas va a desaparecer porque no hay una escuela y porque la artesanía no se valora y no se paga".

Este forjador que ha vivido de lo que tenía ahorrado y de lo poco que han facturado, "un 5% como mucho".  "Ahora estamos en un compás de espera, pendientes de qué va pasar", dice, y confiesa que ha dejado de llenar el almacén porque no sabe si lo va a vender o va a cerrar. "Esto es una cadena, si cierra la tienda, detrás vamos los fabricantes y todos los que vienen detrás", sentencia.

El 20% del PIB de Toledo

El turismo, hostelería y, en general, el sector servicios representa en la ciudad de Toledo más del 20% del PIB y el 14% del empleo, según datos oficiosos. El Ayuntamiento de la capital regional  aprobó en julio una partida de medio millón de euros para la reactivación de negocios y comercios de la ciudad afectados por la pandemia. Unas ayudas directas a autónomos y pymes que podían solicitarse en septiembre y que ninguno de los entrevistados en este reportaje ha recibido porque no cumplía con los requisitos.

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