Bomberos rescatan ejemplar de águila imperial que había caído en un alberca
Se recupera en el Centro agroambiental "El Chaparrillo" (Ciudad Real) y pronto volverá a su medio natural
Rescatado un ejemplar hembra de águila imperial ibérica que había caído en un alberca en la Finca Sierra Vieja en Cañada de Calatrava (Ciudad Real).
Según ha informado el SCIS, a través de las redes sociales, el ejemplar había quedado atrapado en el interior del depósito de agua, por lo que fue requerida la presencia de los bomberos que lo rescataron.
El ejemplar finalmente fue trasladado al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de El Chaparrillo, donde según fuentes del SCIS se recupera y en breve podrá volver a ser devuelta al medio natural tras unos últimos chequeos, más si se tiene en cuenta que está en pleno proceso de cría.
Castilla-La Mancha está considerada una región clave para la conservación del águila imperial ibérica a nivel mundial, al albergar un total de 396 parejas, el 47 por ciento de la población de la especie.
Región clave para la conservación
El valle del Tajo, el entorno de Sierra Morena y la comarca de Campo de Montiel han logrado un aumento relevante de parejas y de ejemplares dispersantes en el territorio castellano-manchego.
Según el último censo realizado para la especie, Toledo se revela como la "provincia clave", con 212 ejemplares contabilizados.
La población reproductora del águila imperial ibérica ha mostrado una tendencia al alza desde que comenzaron los trabajos de seguimiento y conservación, tras la protección de la especie y su inclusión en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
El primer censo nacional de la especie, realizado en 1974 por Jesús Garzón, contabilizó únicamente 39 parejas.
Sin embargo, 14 años después de ese primer censo ya se superaba el centenar de parejas (104) y la población siguió creciendo a una tasa promedio del 6 ciento anual, hasta llegar a las 841 parejas de 2022, mientras que en 2023 se prevé actualizar un nuevo censo completo, que permita confirmar la tendencia creciente de la especie.
Los trabajos de adecuación de las características técnicas de los apoyos de líneas eléctricas peligrosas han sido fundamentales para mejorar la supervivencia de la especie, puesto que la electrocución en estas estructuras ha sido, y sigue siendo, el principal factor de mortalidad no natural del águila imperial ibérica.
Otro factor importante de mortalidad no natural ha sido el envenenamiento con cebos tóxicos ilegalmente colocados en el medio natural, de forma que entre 1992 y 2017 se detectaron 195 ejemplares muertos por esta causa. EFE