PANDEMIA

Cinco años del confinamiento

Castilla-La Mancha Media hace un repaso en imágenes a este periodo inédito en nuestro país y que iba a ser en un principio limitado a quince días pero se prolongó durante algo más de tres meses

VÍCTOR MORA / Redacción CMM
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Tal día como hoy, hace cinco años, se declaró el Estado de Alarma en España por el covid. Fue el inicio de una situación que nunca habíamos vivido. Cinco años después hay recuerdos que se han borrado y otros que perdurarán en nuestra memoria. 

El 14 de marzo de 2020 el tiempo se paró. Aquel domingo se decretaba el primer estado de alarma en nuestro país que dio paso a un periodo prorrogable de confinamiento. En un principio iban a ser quince días pero el encierro duró 99 días.

Si hacemos un repaso en imágenes recordamos: aquella vida en los balcones, los aplausos de las ocho de la tarde para los sanitarios y las duras "No despedidas" para nuestros seres queridos. La pandemia acabó con la vida de más de 150.000 españoles.

El aislamiento nos alejó de muchos seres queridos pero nos acercó a algunos vecinos con los que a penas habíamos cruzado un buenos días. 

Los balcones, ventanas, patios y terrazas nos dieron ese parte de libertad que nos arrebataba la pandemia y nuestras salidas a espacios públicos se redujeron a un simple paseo con el perro, a tirar la basura o a la compra para ver si probar si quedaba masa madre o papel higiénico. Eso sí siempre con mascarilla y en un principio incluso guantes. Empezamos a convivir con los hidrogeles y desinfectantes y a familiarizarnos con el teletrabajo, las clases on line o con nombres como los filtros Hepa,  los EPI, respiradores o mascarillas FPP2.  Del mismo modo, comenzamos a lavarnos las manos con frecuencia, ventilar espacios cerrados o a toser en el codo . 

En las casas, las habitaciones, la cocina o el salón se convirtieron en aulas, oficinas o gimnasios. Aquellos días se hicieron más recetas, manualidades y limpiezas de armarios. Tiramos más del ingenio, de las redes sociales y nos reinventamos en muchos sentidos. 

Nos faltaron caricias y besos, sobre todos a nuestros abuelos a los que solo pudimos ver a través de las pantallas o del cristal. Lo más duro fue no poder despedirnos. 

Todo por un virus desconocido que nos cambió la vida. Se llevó en dos años a más de 100.000 personas en España y contagió a 450 millones en el mundo.

Empezamos a hablar de las olas de la pandemia, los nombres de variantes y de las vacunas. El principio del fin llegó con otra imagen, la de la esperanza. Con nuestra paisana Araceli llegó la esperanza mientras el virus sigue, controlado, pero circulando cinco años después.