Los ancianos de una residencia reclaman el servicio de autobús que les unía con Cuenca
Dos años llevan sin autobús los ancianos de una residencia de Cuenca que se encuentra a tres kilómetros de la capital. Antes viajaban por 20 céntimos, pero desde que se suspendió este servicio urbano, la mayoría no puede permitirse pagar un taxi que les lleve a la ciudad para hacer compras, o ver a sus familiares. Por eso reclaman el servicio de autobús que les unía con Cuenca.
Reivindican un servicio público vital para estos mayores: Es el caso de Félix, Julio, Pablo, Enrique y Enrique que esperan a un autobús que no va a pasar. Desde hace dos años sus vidas han cambiado completamente.
O el ejemplo de Carmen, ella lo utilizaba a diario para ver a su familia. Apenas son tres kilómetros los que les separan de Cuenca. Es la distancia entre esta residencia y la capital. Ahora esos kilómetros parecen miles. Sólo puede ir a ver a su familia una vez al año.
Cuando se suspendió la línea iniciaron una serie de protestas que llevaron hasta un pleno pero dicen no sentirse escuchados. Por eso, una vez más, piden encarecidamente que regrese el autobús. Y con él sus vidas de antes.
El Ayuntamiento de Cuenca dice que el presupuesto del contrato de 2012 no permite que ese bus llegue hasta la residencia.