Agricultores de Castilla-La Mancha se plantean seguir con el cultivo del azafrán

La sequía y el aumento de los costes de producción también está poniendo en jaque el cultivo del azafrán. El oro rojo de La Mancha vive un momento muy delicado.

Además, la falta de mecanización en la recolección hace cada vez más difícil encontrar mano de obra. Esto hace que cada vez más agricultores se planteen continuar con el cultivo.

Las altas temperaturas y la escasez de lluvias han afectado a siembras como la de Valentina, que cultiva azafrán en Madridejos (Toledo).

"El rendimiento es de unos 10 kilos aproximadamente, dependiendo de si es regadío o secano, pero este año no vamos a esperar ese rendimiento", comenta Valentina.

Falta de mano de obra y subida de costes

A este problema se le suma otro: la escasez de mano de obra. La falta de mecanización en la recolección hace que cada vez sea más difícil encontrar recolectores.

Valentina señala que "o se encuentra gente experta o gente que quiera trabajar en este cultivo, pero sí que hay que estar agachados todo el día y mucha gente no quiere".

Por otro lado la subida de los costes de producción agrava aún más la situación. Cada vez sale más caro cultivarlo.

"Se está intentado pedir líneas de ayudas para que el bulbo tenga menor costes y que lo pueda asumir el agricultor", señala Valentina.

Una serie de factores que hacen que cada vez sean menos los agricultores que apuesten por el cultivo de azafrán poniendo en riesgo de desaparecer uno de los productos más exclusivos de Castilla-La Mancha.