Agarrada a una ventana 30 minutos, así salvó su vida Julia en la riada de Cebolla
Julia Carretero, vecina de Cebolla (Toledo), aguantó agarrada a las rejas de una ventana más de media hora, hasta que las fuerzas le flaquearon y se dejó caer al agua.
La fuerte inundación que se produjo en Cebolla sorprendió a esta mujer intentando subirse al coche, pero la fuerza de la riada era tal que lo arrastró y Julia tuvo que aferrarse a la ventana de la casa de su madre.
"Mi madre intentaba abrir la puerta para que entrase pero dije 'si abre la puerta, el agua entra' y la hubiese tirado a ella" explica Julia.
Desde ahí vio impotente cómo la corriente arrastraba varios coches. Uno de ellos chocó con el escaparate de una farmacia de la zona y el agua entraba a borbotones.
Pero fue precisamente este hecho el que pudo salvarle la vida a Julia, cuando agotada tras aguantar media hora sujetándose en la ventana, se quedó sin fuerzas. "De repente noté que topaba con plaquetas de mármol y dije estoy en la farmacia", recuerda Julia.
Cebolla se recupera ahora, poco a poco, de los daños materiales. Afortunadamente no hay que lamentar daños personales.
"Muchos moratones y rasguños, pero solamente eso" explica, aliviada, Julia. Las magulladuras no importan cuando una persona, como Julia, ha vuelto a nacer.
Más de 100 personas limpian las calles y destrozos
Cebolla ha amanecido con barro y numerosos destrozos. Al menos hay quince coches afectados por la inundación que se vivió ayer.
100 efectivos se desplegaron para hacer frente a la riada de Cebolla, la más grave de todas las acontecidas en el pueblo. Una situación que se complicaba al coincidir con las fiestas patronales. Muchos negocios están embarrados. Ahora toca hacer frente a las pérdidas.
Otro de los gremios afectados ha sido el de los feriantes. Atracciones, churrerías... todo pendiente de reparación, si se puede.
Vecinos y comerciantes piden previsión y una canalización adecuada al ayuntamiento.