40 años de Constitución, 40 hitos: El primer grito
[Este reportaje forma parte del especial de 40 reportajes sobre cómo ha afectado la democracia y la Constitución a Castilla-La Mancha en estos 40 años]
5 mujeres fueron asesinadas en 1999 a manos de su pareja. La cifra hizo que de las Cortes saliera la primera ley en Europa para proteger a unas víctimas que ni siquiera se reconocían como tal.
"Fue pionera a nivel nacional y fue la primera vez que legalmente se reconoció la necesidad de proteger y prevenir la violencia hacia la mujer" explica Pilar Rodrigo, trabajadora social.
Una violencia ejercida puertas adentro; si decidían dar el paso, las denuncias eran tratadas como una más.
"La pareja la deja en la calle y la policía me llamó a mi como coordinadora del centro de la mujer porque no sabían qué hacer con ella…imaginaros la situación que había en ese momento" afirma Rodrigo.
La ley manchega fijó que todos los pueblos de más de 5.000 habitantes tuvieran centro de la mujer.
"No solamente era entrar en un recurso de acogida para tratar las secuelas de esa violencia de género sino que luego había un impulso y un apoyo posterior" informa Teresa Filoso, jurista.
Las tres conocen bien la norma, fueron de las primeras en tenerla entre sus manos.
Filoso explica que "La publicación de las sentencias condenatorias firmes fue también novedoso, siempre con la autorización de la víctima".
18 sentencias firmes, con los nombres de los maltratadores, en su día causaron revuelo. Un documento base en el que se apoyó la ley estatal posterior.
"No se trata sólo de cambiar las leyes, sino también de cambiar la sociedad, la cultura. Si no cambiamos nuestra mentalidad nuestra forma de relacionarnos y nos tratamos en igualdad pues esa violencia va a seguir existiendo porque precisamente es el fruto de esa desigualdad" explica Filoso.
Tras años de rodaje esta ley se actualiza en 2018. Los hijos e hijas de asesinos machistas serán considerados huérfanos de padre
La psicóloga, Carmen Rodríguez explica sobre los menores que ella cree "que han sido las víctimas ocultas, las víctimas sin rostro, sin voz, porque no pensábamos que a ellos les podía afectar incluso algunas mujeres decían a mi hijo o hija nunca le ha puesto la mano encima".
Más recursos para que la víctima se sienta segura.
