40 años de Constitución, 40 hitos: Banda sonora

[Este reportaje forma parte del especial de 40 reportajes sobre cómo ha afectado la democracia y la Constitución a Castilla-La Mancha en estos 40 años]

En 1979 José Luis Perales cantaba a la libertad. Lo hacía subido a un imaginario velero. El conquense publicaba Tiempo de Otoño, uno de los éxitos musicales de La Transición.

Perales decía "las musas las tengo en el refugio de Castejón que no hay ni luz eléctrica, ni agua corriente, un paraíso absurdo en el que soy feliz".

Cuatro décadas han pasado de aquello y ahora la también manchega Rozalén, una de las compositoras del momento, canta a otras formas de libertad.

"Una canción que salga de dentro, que le hayas dedicado unos minutos y que haya gente que la convierta en sus himnos, no puedo pedir más" explica María Rozalén.

Un portazo al maltrato con cierto aire de cuento que no descuida otros frentes.

Rozalén dice que no sabe "si acabará existiendo el día en el que no haya nada por lo que luchar, pero no lo creo".

La  canción protesta nunca ha muerto entre estos dos contadores de historias.

"Este querer ser los primeros, los más ricos, los más guapos… esta competencia tremenda entre unos y otros. Creo que hace falta calma y todas las canciones tienen mucho de humanidad y de amor" afirma Perales.

Rozalén afirma que "en algunas cosas no hemos cambiado y en otras hemos ido para atrás. Falta de memoria y parece que siempre estamos condenados a vivir".

Cree que los cantautores de inicios de la Democracia eran más libres de lo que lo son en su generación.

Pero como pasaba antes, su compromiso vence todo lo demás.