13 000 musulmanes de Castilla-La Mancha comienzan hoy el Ramadán "con normalidad"
Los más de 2,2 millones de musulmanes que viven en España, 13 000 en Castilla-La Mancha, están llamados desde este sábado 2 de abril al ayuno del mes de Ramadán, que este año se celebrará "con cierta normalidad", ya que se retomarán los rezos colectivos en las mezquitas tras dos años en los que no se han podido celebrar debido a la pandemia de la Covid-19.
"La comunidad musulmana está ilusionada y contenta por la posibilidad de realizar el rezo colectivo en las mezquitas y vivir el Ramadán con cierta normalidad, tras dos años de restricciones", ha señalado el secretario de la Comisión Islámica de España (CIE), Mojamed Ajana.
En el mes de Ramadán los musulmanes no pueden ingerir alimentos ni bebida, ni fumar, ni mantener relaciones desde el alba hasta la puesta del sol, pues dedican un mayor espacio a la oración y a la ayuda a las personas necesitadas.
Oraciones dirigidas a los ucranianos
Precisamente, este año sus oraciones se dirigirán especialmente a los ucranianos que sufren la guerra. "Por supuesto, nuestros corazones están con el sufrimiento de las víctimas de la guerra en Ucrania, sentimos lo que están sufriendo y pedimos a la gente que, dentro de sus capacidades, pueda colaborar con las asociaciones y entidades que trabajan con refugiados y ayuda material o espiritual a las víctimas", ha destacado Ajana.
También ha pedido a los empresarios españoles que tengan en cuenta las circunstancias de sus trabajadores musulmanes, aunque este año, al caer el mes de Ramadán en abril, las temperaturas son más bajas y el ayuno se hace "más llevadero" que en los meses de verano.
Además, Ajana ha destacado que este 2022 se da la "peculiaridad" de que coinciden las grandes fiestas religiosas de las religiones monoteístas, como son el Ramadán, la Semana Santa, la Pascua judía y la Pascua ortodoxa.
Ayuno hasta la entrada del sol
El Ramadán es para sus practicantes un proceso de purificación. "Sin comer, sin beber, sin tener relaciones sexuales. Es una vida normal y corriente", dice Omar.
La comunidad musulmana se une en el ayuno. "Limpiamos nuestro nuestro de todo el año que estamos comiendo y además te sientes más relajada cuando no comes", señala Sumaya.
Durante su rutina, únicamente practican la religión. Al caer el sol, el momento de celebración para aquellos musulmanes que lo practican. "Cuando llega el anochecer, nos juntamos, comemos juntos, rezamos juntos, aquí en casa o en la mezquita. Hay que estar muy unidos", dice Omar.
Sobre la mesa ponen a su disposición infinidad de platos: dulces a base de dátiles y sopas con cordero que invitan a la unión. Sumaya cuenta que "después del ayuno, empezamos primero tomando leche con dátiles rellenos de nueces. Empezamos a comer poco a poco, primero comemos con nuestra comida típica del Ramadán".