Víctimas con identidad propia: violencia por exposición
Se acerca una fecha clave: el 25 de noviembre que conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer. Una fecha donde también conviene recordar que las víctimas también son los hijos. En muchas ocasiones, los niños y niñas fruto de una relación, se convierten en víctimas durante el régimen de visitas de los padres, conocida como violencia vicaria.
Pero desde septiembre, esto ha cambiado con la reforma del código civil, donde el juez ya no fijará esas visitas si hay indicios claros de maltrato.
El espacio informativo 'En Profundidad' pone voz a la historia de una mujer y su tres hijos, víctimas de violencia de género. Conocemos la historia de Eva (nombre ficticio porque no quiere confesar su identidad para evitar ser identificada), víctima directa de violencia machista, y la de sus tres hijos, víctimas con identidad propia que sufren "violencia por exposición".
Su maltratador ha hecho invisible a esta mujer pero no ha logrado callar su voz, porque hay historias que tienen que ser contadas y porque en ocasiones contarlo, es un ejercicio de terapia para las víctimas.
Según Fátima Mondéjar Rodrigo, Psicóloga y Directora de una casa de acogida para víctimas, asegura que siempre han considerado que los menores eran víctimas de violencia machista "porque eramos conscientes de las secuelas del maltrato que veían y sufrían tenían en su desarrollo".
Se estima que en España 800.000 menores se encuentran en esta situación. En la última macroencuesta sobre violencia de género de 2015 del Ministerio de Igualdad, las mujeres víctimas de violencia de género que tenían hijos menores señalaban que el 64% de los hijos presenciaron o escucharon alguna de los episodios de violencia, y en la misma proporción esos menores sufrieron a su vez esa violencia. Sin embargo, no siempre se ha considerado a los menores como víctimas de la violencia de género.
Con la reforma del Código Civil aprobada en septiembre, el juez no fijará un régimen de visitas cuando existan indicios fundados de violencia doméstica o de género.
Pablo Nieva, Coordinador Servicio Asistencia a Menores Víctimas de Violencia de Género asegura que los niños "son los últimos a los que se les ha escuchado porque ellos mismos tampoco tienen un espacio para poder hacerlo" cree además que desde "la perspectiva del adultocentrismo sumada a la categoría sexista o machista de la sociedad es el cóctel perfecto para que estas criaturas hayan quedado durante tantos años completamente olvidadas".
El reconocimiento de los menores como víctimas de violencia de género no llegaría hasta 2015 gracias a la Ley de Protección de la Infancia, se regulaba tras el caso Bretón, con el asesinato de los pequeños Ruth y José.
El término violencia vicaria se menciona por primera vez en 2017 con el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y constituye una forma más de violencia machista cuya finalidad principal es la de causar el máximo daño posible a la mujer, provocando su muerte en vida, por lo que las víctimas suelen ser los hijos o las personas que más ama.
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